Aptitud, pasión, actitud y oportunidad. ¿Está tu marca personal sustentada en estos cuatro pilares? Descubre con Ken Robinson cuál es tu elemento e incorpóralo en tu plan de negocio para garantizar el éxito.
Existen estrategias de comunicación de emprendedores que fracasan porque el paso número 0 se ha dado por hecho, y no se ha analizado con detenimiento.
¿Cuál es verdaderamente tu elemento, la intersección entre tu pasión y tu talento? ¿Qué es lo que realmente quieres comunicar y a qué público objetivo le interesa tu mensaje?
La suma de interés, junto con una increíble habilidad, definirán esa identidad que te hará único, una oferta atractiva en el mercado, una carrera profesional con la que disfrutarás y sentirás realización personal.
Cuando diseñamos nuestro plan de negocio en base al elemento nos conectamos con nuestra autenticidad, con nuestros propósitos y bienestar. Cada elemento es diferente para cada persona, pero su potencial es universal.
Dónde encontrar el elemento:
- Primero, debes saber cuál es tu principal aptitud, una habilidad natural tuya
- Segundo, tener pasión: amar lo que haces, para contar con la fuerza necesaria para arrancar tu proyecto
- Tercero, contar con la adecuada actitud de optimismo y autoconfianza
- Y cuatro, encontrar o buscar la oportunidad o nicho de mercado
No obstante, no es un camino fácil. Según Robinson, existen tres obstáculos básicos que nos pueden limitar a encontrar el elemento:
- subestimar la propia capacidad
- considerar que las capacidades mentales corporales y espirituales son entidades separadas
- y la concepción lineal del desarrollo y el cambio
Qué ocurre cuando no desarrollamos nuestra idea de negocio en base al elemento
Visto así, parece (y es) fundamental diseñar cualquier proyecto con esta visión. Sin embargo, veamos algunos datos:
- 8 de cada 10 emprendedores que inician empresas fracasan en los primeros 18 meses
- nueve de cada diez startups fracasan antes de los tres años de vida
- el 85% de los blogs “mueren” en menos de seis meses
Algo está fallando, ¿no os parece?
El problema no radica en la activación del negocio, se remonta a años atrás, en nuestra etapa académica. Lamentablemente, la estructura de los sistemas educativos suele inhibir el surgimiento de ciertas habilidades. Esto, según el autor, ocurre por tres razones:
- Porque gran parte del foco está únicamente en el razonamiento y el pensamiento crítico, en lugar de la creatividad
- Porque existe una jerarquía de materias donde las ciencias son más importantes que el arte y las humanidades
- Porque se depende mucho de las herramientas de evaluación como los exámenes
¿Os resuena algunas de estas tres afirmaciones?
Este modelo académico no ayuda en el despertar de los talentos y pasiones. Todos nacemos con capacidades naturales y perdemos contactos con ellas a medida que crecemos. Sin embargo, si detectásemos en los niños su elemento en base a las inteligencias múltiples de Howard Gardner, creceríamos sin miedo a emprender y a comunicar según nuestra propia identidad. Veríamos claramente con qué aptitud destacamos, sentiríamos una pasión incontrolable al ponerla en práctica, brillaríamos por una actitud de confianza plena y detectaríamos rápido la oportunidad para hacernos ver.
Asegúrate que tu proyecto cuenta con una tribu
Cuando uno hace lo que ama y es bueno en ello experimenta una sensación de conexión. Encontrar un grupo de pertenencia puede tener efectos transformadores en el sentido de identidad y propósito. Muchas personas encuentran su elemento cuando se conectan con otras que comparten el mismo interés y pasión porque les proporciona motivación, validación, inspiración y pueden estimularles a alcanzar logros mayores por medio de la sinergia.
Tu tribu, público objetivo, seguidores en las redes sociales… te ayudarán a superar la incertidumbre, el temor al fracaso y la inseguridad a veces impide explorar nuestras pasiones.
Ni tu proyecto ni tu plan de comunicación serán lineales
Nuestras capacidades se expresan de manera distinta en cada época de la vida pero la vida no es lineal y no es cierto que al llegar a cierta edad es demasiado tarde para encontrar el elemento. La vida es cíclica y presenta diferentes oportunidades en diferentes momentos. Si descubrimos el elemento en nosotros mismos y alentamos a los demás a encontrar el suyo, las oportunidades son incontables y con la actitud adecuada nunca es tarde para hacerlo. Recuerda que la creatividad está al alcance de todos y no se limita a ciertos temas ni es una cualidad fija. Ahora bien, ojo con el sentido común, puede cortarle fácilmente las alas a ésta.
Vistos estos cuatro ángulos, la pregunta que te lanzo es qué dice tu marca personal sobre tu elemento. Desgrana esta potente cuestión con otras preguntas como:
- ¿Realmente desarrollas tu carrera profesional en base a tu pasión y tu talento?
- ¿Tu marca lo comunica?
- ¿Cuentas con una tribu, la cuidas y aprendes a diario de ella?
- ¿Consideras que estás siendo suficientemente creativo?
- ¿Ves evolución en tu forma de expresarte?
Feliz tarde.